dijous, de maig 10, 2007

Capítulo III : Él

- papíto, qué servicio quiere?

- pues...no sé...yo...la verdad...es que es mi primera vez, sabe?....yo no suelo venir...de hecho, yo siempre he sido muy fiel...

- no te preocupes mi amor, aquí nosotras te haremos sentir como en el paraíso. Mira, te dejamos una lista de servicios y tu vete relajando que estás en tu casa.

Nunca antes había ido a un lugar de estos en el que, como si compraras fruta en la Boquería, podías pedir una horita de mamada y media de penetración. De hecho él siempre había estado emparejado (que no emparedado...que es cuando la relación te asfixia) y enamorado de su mujer, pero cuando el otro día, cuando su mujer le confesó su infidelidad con un paciente del hospital donde trabajaba, el mundo, su mundo, se derrumbó.

Siempre había pensado que eran la pareja perfecta, que después de 10 años de compartir la vida pasando buenos momentos y otros no tan buenos, seguían estando enamorados y deseándose uno al otro.

Le hubiera gustado gritar, pero no podía.

Le hubiera gustado ir a un bar y acabar en el camastro de la primera mujer que se le cruzara, pero luego ese polvo de hombre despechado, le hubiera provocado una mala digestión de consciencia. Bueno, también es cierto que albergaba dudas razonables sobre su capacidad de abordaje de la primera mujer que se le cruzara antes del tercer o cuarto Habana Club.

- qué tal cariño, ya te has decidido?

- pues no...qué me recomiendas?

- mira corazón, en estos casos yo haría que el azar decida.

En ese instante entró una mujer de unos 25, se desnudó y puso tres cartas, boca arriba, sobre su vagina seductora

- puedes coger una, dos o las tres...aquí también puedes disfrutar de un trío...dejarte llevar por tus sentidos, mientras una te lame suavemente por delante y otra bella mujer se ocupa de relajarte por detrás...tú decides, nosotras te garantizamos que el rato que estés aquí va a ser uno de los mejores que puedes disfrutar

Empezó a recordar el día en que su mujer le explicaba personas a las que había dicho no quiero. Ahora él era otro nombre más en la lista. Como una especie de lista de bajas en una guerra o una lista de maravillas de la historia que uno ya ha visitado.

Cerró los ojos. Dentro de dos horas debía estar de vuelta a su trabajo en el edifio de la antigua editorial Montaner Simón.

Cogió una carta.

- Muy bien, corazón. Acompañame.

Lo llevó a una habitación y lo dejó solo. Sólo? En un instante apareció una mujer de una puerta oculta en la cristalera.

- Hola mi amor, me llamo Deborah.

Le pareció curioso que todas se solían llamar Deborah. Por eso había decidido no poner nunca por nombre Deborah a su hija. Sin embargo, pronto este pensamiento se le fue de la cabeza cuando Deborah comenzó a desabrocharle la bragueta y comenzó a cogerle la verga, que ante el contacto de las manos suaves y calientes de Deborah había comenzado a emerger del calzoncillo. Había comenzado a desenrollar el hilo de lo que en un inicio había sido sólo una sensación interna de necesidad de hacer algo que nunca hubiera hecho y que le ayudara a tragar el disgusto de saber que su amada, ella, estaría chillando, con esa cara que a él tanto le encantaba, sobre las piernas del paciente quemado que la había seducido.

Había hecho una promesa con su moral de que las prostitutas no podían proporcionar el goze sexual que a él le gustaba, pero Deborah le estaba haciendo romper tal juramento. La suavidad con la que le lamía el glande, las contorsiones que realizaba sobre su pene, los pechos duros... De repente se oyó un click... el preservativo se había roto.

- No pares mi amor, da igual, correte en mi - gritaba Deborah.

Mierda de lunes, pensó. Pero el grito de Deborah lo había puesto a 10 mil revoluciones. Explotó. Se corrió en Deborah, tal como le había pedido. Dejó de pensar

De regreso a su casa recibe una llamada.

- Hola. Siento llamarte. Soy Deborah.

- Quién? - finge él.

- Deborah, la chica que trabaja en...bueno...en el lugar que has estado hoy.

- Ah, sí. Es verdad. qué pasa? me he olvidado algo? hay algun problema?

- Debo verte

Fuego y noche. La voz al teléfono de Deborah le traía los recuerdos del mejor polvo que había tenido en 15 años. Sólo el dulce timbreo de su voz le había provocado el nacimiento de una erección. Aceptó verla. De hecho deseaba verla. Deseaba volver a follar con ella.

- Hola - le dijo Deborah entrecortada -. Pensaba que no vendrías.

- Hola. Bueno, de hecho nunca habría pensado que estaría en esta situación. Pero en fin, ha sido un día en el que he hecho cosas que nunca había pensado que haría.

- Ya

- Hacia donde vamos?

- bueno, no sé, donde quieras

- que quieres decirme?

- mira, tengo un hijo que me gustaría que viniera conmigo a España. Hace 3 años que no lo veo. Estoy trabajando en...allí...para pagarle el billete y todo. Aquí no encuentro trabajo de otra cosa. Además debo pagar mi viaje a ciertas personas y...

- espera, por qué me cuentas esto?

- porqué me gustaría que...bueno, criarlo contigo

- Qué? Tu no estás loca? Sabes lo qué dices? No me conoces. No sabes nada de mi. Cómo puedes pensar que?

- Por qué supe que eras tu desde el primer momento que te vi.

- Oye mira, déjame en paz. Olvídame. No me llames. Si vuelvo a saber de ti llamaré a la policía

Salió corriendo y la dejó allí, sola. No hizo caso al espera ni al tengo que decirte que.

Al día siguiente, al abrir el buzón, encontró un sobre sin remitente, sólo un número de telefono en el destinatario. Dentro un test de embarazo positivo y una nota.

Estoy embarazada. De ti. Deborah

5 comentaris:

Anònim ha dit...

Planteate la secuencia de tiempos porque no tiene mucho sentido en este caso.

El veí de dalt ha dit...

Jope, Thinos! Vas tan ràpid fent posts que no tenim temps... Sóc el primer? Doncs, nano, molt bo. Moraleja de la història?: si vas amb Debhora-homes, posa't doble capa.

Robertinhos ha dit...

anònim
me la planteé...pero quien dice que era la primera vez que iba? quizás sí, hubiera sido mejor distanciarlo más.

muchas gracias por tu apunte

Veí
em va a temporades. A vegades no escric res, altres molt. La qualitat també va oscil·lant. Ara bé, escric coses breus...

será la Deborah una de les habitants del pis de dalt? jejeje

Clint ha dit...

Ei molt bo, però també he trobat que la prova d' embaràs al mateix dia...un pèl precipitat potser!
Això si, molt ben lligat amb els links!

Robertinhos ha dit...

Clint,

sí, un error de tempo...gràcies per haver-te fixat en els links