Ella pelirroja l'Oreal.Gafas. Sonrisa. Elegante. Orgullosa de ser cortejada por él. Amor en su mirada, en sus ojos, en sus labios y en sus arrugas. Experiencia. Paso del tiempo. Pero el mismo cariño de sus apreciados veinte, cuando seguramente en esa estación (ni había gente ni tenía que abrirse paso entre el ramado de los vagones) ella bajaba con su bañador a rayas blancas y azules para mojarse los pies en el mar rodeada de los buitres pretendientes.
Él, la imagen del Pijoaparte veinteañero. Laca Schwarkoff. Bigotito. Claros en su cabello. Moreno. Nariz aguileña. Gafas de sol rayban modelo Top Gun. Camiseta a rayas de colores ajustada, marcando un cuerpo que en sus añorados veinte sería lo que hoy algunas llaman una tableta de chocolate. Galán de otros tiempos, deja a su amada en la puerta del tren, besándole la mano y la sigue con sus ojos mientras se cierran las puertas. Destila amor y cariño por cada gesto, mirada.
Le dice adiós con la mano, sonriendo. Ella le responde igual.
Me quedo sonriendo con esta postal. qué bonito pienso, disfrutar a los 70 años de un amor veinteañero. Qué bonito ser capaz de amar así después de toda la mierda que han sufrido durante 50 años. Qué bonito ser amado así, tanto a los veinte como a los 70
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